jueves, 26 de agosto de 2010

E. e. cummings








Edward Estlin Cummings (14 de octubre de 1894 – 3 de septiembre de 1962), típicamente abreviado e. e.cummings, fue un poeta, pintor, ensayista y dramaturgo estadounidense. Aunque él no aprobaba la práctica,sus editores frecuentemente escribían su nombre con minúsculas para representar su sintaxis inusual.

Cummings es mejor conocido por sus poemas que rompen con toda estructura, incluyendo usos poco ortodoxos de las mayúsculas y la puntuación, en la que los puntos y comas podían incluso llegar a interrumpir oraciones y hasta palabras. Muchos de sus poemas también están escritos sin respeto a los renglones y los párrafos y algunos no parecen tener pies ni cabeza hasta que no son leídos en voz alta.

A pesar del gusto de Cummings por los estilos vanguardistas y la tipografía inusual, una buena parte de su trabajo es tradicional. De hecho muchos de sus poemas son sonetos. La poesía de Cummings frecuentemente trata los temas del amor y la naturaleza, así como la sátira y la relación del individuo con las masas y el mundo.

Publicó más de 900 poemas, dos novelas, muchos ensayos y una gran cantidad de dibujos, bocetos y pinturas. Es considerado una de las voces más importantes de la poesía del Siglo XX.



Somewhere i have never travelled, gladly beyond



any experience, your eyes have their silence:


in your most frail gesture are things which enclose me,


or which i cannot touch because they are too near


your slightest look easily will unclose me


though i have closed myself as fingers,


you open always petal by petal myself as Spring opens


(touching skilfully, mysteriously) her first rose


or if your wish be to close me, i and


my life will shut very beautifully, suddenly,


as when the heart of this flower imagines


the snow carefully everywhere descending;


nothing which we are to perceive in this world equals


the power of your intense fragility: whose texture


compels me with the color of its countries,


rendering death and forever with each breathing


(i do not know what it is about you that closes


and opens; only something in me understands


the voice of your eyes is deeper than all roses)

nobody, not even the rain, has such small hands


En un lugar en el que nunca he estado, felizmente más allá


de cualquier experiencia, tus ojos tienen su silencio:


en tu gesto más frágil están las cosas que me cercan,


o aquellas que no puedo tocar porque están demasiado cerca


tu mirada más leve fácilmente puede descerrarme,


pese a que he cerrado mi ser como dedos,


vos me abrís siempre pétalo por pétalo, como la Primavera abre


(tocando hábilmente, misteriosamente) su primera rosa


o, si es tu voluntad cerrarme, yo y


mi vida se cerrarán muy hermosamente, repentinamente,


como cuando el centro de esta flor imagina


la nieve descendiendo cuidadosamente en todas partes


Nada de lo que podemos percibir en este mundo se compara


con el poder de tu intensa fragilidad: cuya textura


me fuerza con el color de sus tierras,


mostrando muerte y eternidad con cada respiración


(no sé que hay en vos que se cierra


y se abre; sólo que hay algo en mí que entiende


que la voz de tus ojos es más profunda que todas las rosas)


Nadie, ni siquiera la lluvia, tiene manos tan pequeñas.




martes, 17 de agosto de 2010

Ezra Pound


Ezra Weston Loomis Pound






(Hailey, Idaho, Estados Unidos, 30 de octubre 1885 – Venecia, Italia, 1 de noviembre 1972)

Poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense perteneciente a la Lost Generation —«Generación perdida»— que predicó fogosamente el rescate de la poesía antigua para ponerla al servicio de una concepción moderna, conceptual y al mismo tiempo fragmentaria.

Su obra monumental, los Cantos, o Cantares, le llevaron gran parte de su vida. El crítico Hugh Kenner dijo tras encontrarse con Pound: «He tomado de repente conciencia de que estaba en el centro del modernismo».

Pound fue un ferviente seguidor de Benito Mussolini y fue criticado por su antisemitismo.

Su compromiso con Mussolini le significó ser condenado en 1945.

La poesía de Pound cita y hace referencias a Homero, Confucio y Dante; aborda las mitologías y teorías económicas, así como muchos hechos históricos, e incluye palabras en griego y latín e ideogramas chinos, en un descomunal intento de construir una visión caleidoscópica de la historia y la cultura.

Sus escritos ensayísticos, agrupados en El ABC de la lectura y en Cómo leer, entre otros, son elegantes y contundentes, crudos y ásperos, sutiles y dialécticos, pero nunca interrogativos. Abogó con ímpetu de propagandista por una poesía «pegada al hueso», es decir, libre de adornos, a los que llamaba «fiorituras», en un símil con la música. Estableció un itinerario de lecturas para quien quisiera comprender la poesía, a la que consideraba un arte en progreso. La lista de sus preferencias excluye notoriamente a Shakespeare, al barroco español y al romanticismo. Esta arbitrariedad tiene que ver, sin embargo, con su concepción acerca de cuál era el objetivo hacia el que la poesía marchaba a través de los siglos. Su idea de la fioritura parece incluir que esa forma corresponde a la efusión sentimental desmedida, a la que también rechazaba.

Debido a sus opiniones políticas, Pound fue muy criticado en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, es casi imposible olvidar el papel central que desempeñó en la revolución poética de su tiempo: fue uno de los primeros poetas en emplear con éxito el verso libre en composiciones extensas. The Cantos sirvió como piedra de toque para Allen Ginsberg y el resto de la Generación Beat.

Hay críticos que consideran que casi cualquier poeta experimental inglés de comienzos de siglo está en deuda con Pound.

Como crítico, redactor o promotor ayudó a Yeats, Eliot, Joyce, Wyndham Lewis, Robert Fost, William Carlos Williams, H.D., Marianne Moore, Ernest Hemingway, D. H. Lawrence, Louis Zukofsky, Basil Bunting, George Oppen, Charles Olson, entre otros.

Como traductor, aunque su conocimiento de las lenguas es discutible, Pound hizo mucho para llevar la poesía provenzal y china al público de habla inglesa. También tradujo, defendió y consiguió que se mantuvieran vivas —al menos para los poetas— las obras clásicas griegas, latinas y anglosajonas.

En España es muy perceptible su huella en no pocos novísimos y en buena parte de los poetas posteriores a ellos.



Sabiduría antigua, algo cósmica
So-Shu soñó,
Y habiendo soñado que era un pájaro, una abeja y una mariposa,
Quedó incierto de por qué debía tratar de sentirse otra cosa,
De ahí su contento.


Ts’ai Ch’ih.
Los pétalos caen en la fuente,
Los anaranjados pétalos de rosa,
Su ocre se pega a la piedra.




Alba
Fresca cómo los pálidos pétalos húmedos
Del lirio del valle
Duerme a mi lado en la alborada.

Epigrama
Ah, sí, cantos míos, resucitemos
El excelente vocablo Rusticus
Para aplicarlo con todo su oprobio
A quienes se aplica.








domingo, 15 de agosto de 2010

Richard Sabogal Nuevo valor de las letras



Richard Sabogal es un nuevo valor de las letras venezolanas es un periodista acusioso y muy innovador cuentista, su obra se basa en la cotidianidad que nos envuelve a todos. Pueden encontrar algo más de este novel escritor en su blog que es: http://www.richardsabogal.blogspot.es/ a continuación un cuento breve de su autoria:


EL REGALO

La editorial cierra a las 5 de la tarde exactamente, ni un minuto más, ni uno menos, los empleados van saliendo en grupos o bien solos. Santiago, un corrector literario, empleado desde hace diez años, es el último en irse, con su reconocida parsimonia se dirige a casa, ubicada a unas cuantas cuadras de allí, camina ajeno al bullicio de la ciudad, a las cornetas que revientan los tímpanos pidiendo agilidad vehicular, a las motos que se suben a la acera amenazando con atropellar transeúntes o a las personas que en grupos pasan, hablando, sonriendo, peleando o llorando. Él en su propio mundo, piensa en Rosa, su novia, quien esa mañana al desearle buen día en un mensaje de texto a su móvil, le acotó otro mensaje que lo dejo meditabundo todo el día “esta tarde que regreses del trabajo te llevaras una gran sorpresa, el espacio en tu casa cambiara considerablemente, te tengo un regalo maravilloso, te amo” mientras caminaba lentamente, con su lonchera de almuerzo en la mano, su cabeza baja y la espalda torcida de tanto leer, se devanaba la mente pensando en que significaba ese mensaje tan particular.

Su filosofía de vida ha sido lo tradicional, lo empírico, lo espiritual, un desprendimiento absoluto de lo material, teniendo como únicos tesoros, sus libros, su vida y su trabajo que realiza con pasión y buscando siempre incentivar y aprobar títulos para su impresión y comercialización, atreviéndose incluso a reformar algunas cosas sin consultar y corrigiendo errores que colegas en su lugar, tomarían como excusa para rechazar tajantemente la obra. Viviendo el presente, disfrutando lo efímero, siendo un humano, que sufre por la injusticia y disfruta los triunfos de la sociedad. Izquierdista por vocación, apostata por decisión.

Pocas cuadras lo separan ya de su casa, por más que intenta adivinar el obsequio misterioso que Rosa le ofreció, ninguno le parece posible, descarta cualquier electrodoméstico ya que tiene todo lo que un hombre soltero y pasivo podría necesitar, tecnología, tiene la necesaria sin rayar en competencias tecnológicas y de “última generación” además, su novia tiene conocimiento que ese tipo de obsequios novedosos es algo vomitivo para él. Decide alejar la idea y llegar de una vez a casa para saber cuál es el tan misterioso regalo.

Sube las escasas escaleras que lo separan de su casa, introduce la llave, la gira tres veces, quitando el cerrojo y abre, una vez dentro, todo parece normal, los rayos del sol se tornan naranja y entran por la ventana de la sala proyectándose y dándole un tono amarillento a la madera de los muebles. La casa esta silenciosa, al parecer Rosa no está, la sala no ha sufrido modificaciones, entra a la cocina y todo sigue igual, todo limpio, los platos del desayuno boca abajo como los dejó en la mañana para que pudieran escurrirse. Pasa al baño y ninguna mano femenina ha pasado por allí, el periódico del día anterior sigue en su sitio, el libro El libertador de Augusto mijares, sigue encima del revistero. Nada. Ningún cambio, así sigue recorriendo la casa, la terraza, la habitación de huéspedes, el pequeño patio donde tiene la lavadora y los utensilios de limpieza. Finalmente ya feliz de no haber sufrido ninguna modificación sin previa consulta se dirige a su cuarto, una vez atraviesa la puerta, un grito ahogado sale de su garganta, la modificación ha sido absoluta, la desnudez es total, camina con temblor en las rodillas, los ojos acuosos empañan su visión, sobre la cama una pequeña caja blanca con un lazo rojo adorna sus sabanas color crema. Un sobre blanco resalta junto al pequeño obsequio. Llega por fin a la cama tambaleándose y con las manos temblorosas, intenta abrir el sobre. Su azore es tal, que decide recostarse, en posición fetal tiembla, mientras niega con la cabeza, observa la habitación y no puede creerlo. No puede concebir semejante traición a su mundo. Llora desconsolado, por fin intenta abrir el sobre, saca una hoja rosada, escrita a mano con tinta dorada y escarchada, una letra redonda y uniforme decía:

Hola amor, de seguro estás leyendo esta carta henchido de la emoción y saltando de alegría porque al fin podrás cumplir uno de tus deseos mas anhelados. Me costó un mundo conseguirte el obsequio, porque aun en el país no lo tenemos, pero mi amigo el guardia, del que te hable el otro día, el que trabaja en la aduana, bueno, él me lo consiguió, a buen precio dado que por unas fallas administrativas se lo pudo agarrar. Pero tenerlo en mi poder no fue lo más difícil, lo peor fue conseguir todos tus libros, por cierto fueron casi diez mil libros amor, tu si lees chico… Pero tu novia que te ama mucho, movió cielo y tierra y consiguió meter en tu Kindle todos los libros, por fin podrás cumplir el sueño que tanto me has comentado: llevar todos tus libros a todas partes, ¿Recuerdas mi vida? Bueno, en ese aparatico podrás llevarlos, te compre el mejor, quince mil libros podrás cargar allí, imagínate, ¡Quince mil! Para leerlos en la palma de tu mano. Por tus libros no te preocupes amor, porque es que aun no te he contado todo, cumplí otro sueño tuyo y antes de que murieras ¿Recuerdas que una vez me confesaste que si llegabas a morir, donara todos tus libros a la biblioteca Simón Rodríguez? Bueno eso he hecho, hoy con ayuda de mi amigo el policía, los llevamos en su patrulla a la biblioteca, como se han puesto de feliz allá y dijeron que hasta un acto en tu honor iban a hacer. Como me alegra haber podido en un día y con un simple aparatico cumplir un sueño tan anhelado por ti. Siempre tuya

Rosa.

NOTA: amor, se me olvido decirte que el cargador del Kindle vino defectuoso, mi amigo el guardia esta consiguiéndolo por los mismo métodos, me prometió que para finales del otro mes o principios del que sigue te lo conseguiría. No te preocupes amor, tus libros están almacenados en la memoria y libres de polvo, ah y los estantes donde estaban tus casi diez mil libros se los di a mi mami para que pusiera todos sus bizcochos una vez pintados. Tú sabes que a ella le encanta pintar su artesanía de yeso. Ayude a tanta gente en un día, todo gracias al Kindle, no es genial mi vida.

La carta cayó al suelo, un dolor fuerte ataco el pecho de Santiago, el brazo izquierdo se adormeció. Todo se volvió negro, eran muchas cosas para soportarlo.